Con los discos tributo ocurre casi siempre como con las alineaciones de los equipos de fútbol, que en la barra del bar cada uno hace la suya, pero el caso es que ha sido la gente de Discos Polo y no otros los que se han liado la manta a la cabeza para (con los recursos disponibles) armar un recopilatorio de bandas que rinde un más que merecido tributo a La Granja.
El resultado es emotivo y correcto aunque heterogéneo e irregular también en algunos momentos.
Sorprende de entrada el respeto e influencia que ejerce el grupo homenajeado, incluso en artistas ajenos al imaginario Power Popero , lo cual engrandece aún más su sombra y justifica este tributo.
La Granja fue el gran referente para muchos músicos en Mallorca, sobre todo de una generación (eso no es nuevo), y es grato comprobar como en bandas de la península su legado ha perdurado y se ha conservado como oro en paño, algo que muchas otras bandas que tuvieron mayor calado ya quisieran. Por eso se percibe el cariño y las buenas intenciones de las 21 bandas que les rinden tributo.
Es inevitable pensar que faltan muchas otras bandas importantes y cercanas al grupo que nos consta que habrían accedido a participar en otras circunstancias pero, centrándonos en las que están y creyendo que «el que hace lo que puede no está obligado a más», el homenaje está más que bien.
Las relecturas de las canciones hechas por bandas de sonido diametralmente opuesto a La Granja como las de El Día Eléctrico, Gran Amant o Salvatge Cor, sorprenden por su audacia y frescura, mientras que en otras formaciones más curtidas como Los Limones, Lobo, Los Malditos o Urtain, se aprecia más solvencia que riesgo en sus interpretaciones y se han conformado con llevarlas a su terreno.
Espacio hay también para propuestas cargadas de inmediatez como la de Ceremoney, sorprendentes recuperaciones de temas menos predecibles como han hecho Los Ritmos Salvajes, también para desfragmentar el original como hacen Prenatal o darle un aire bailable y piruletero como propone Cucudrulu.
En resumidas cuentas, volver a escuchar estas enormes canciones en manos de otros artistas, aún desconociendo lo que pensará el autor, ya es una buena noticia y resulta más que interesante. Lo último que queremos oír en un disco coral de estas características es algo predecible y, a pesar de que no están algunas canciones importantes de la banda y teniendo en cuenta los escasos medios con los que han contado los responsables, la papeleta está resuelta con creces. Olvidémonos de los que no están y centrémonos en los que son, que La Granja bien merece el esfuerzo realizado por Jonatán y los suyos.
Publicado por:
Desde Mallorca te mostramos la música que se hace en Baleares y más allá, acercándote la actualidad musical con epicentro en la islas.
No hay comentarios